Cuando el Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó un aviso de viaje para las vacaciones de primavera el 13 de marzo advirtiendo a las y los viajeros que tuvieran precauciones adicionales al visitar México, el mensaje se extendió a lo largo y ancho y rápido.
Las noticias difundieron historias aterradoras de drogas ilegales y crímenes de pandillas como razones para reconsiderar los planes de vacaciones, más trágicamente, el secuestro a principios de marzo de cuatro turistas médicos estadounidenses en Matamoros, en la frontera con Texas, dos de los cuales fueron encontrados muertos.
“Es como un reloj”, dice Zachary Rabinor, el fundador estadounidense de la agencia de viajes Journey México. “Cada año antes de las vacaciones de primavera (spring break) tenemos la misma ola de sensacionalismo. La gente necesita globos oculares, y ¿qué mejor manera que el alarmismo? De alguna manera, es la señal más clara hasta ahora de que hemos terminado de preocuparnos por la pandemia”.
En realidad, dice, el Departamento de Estado no ha emitido nuevas advertencias de viaje a México desde octubre pasado, en las que las actualizaciones de la advertencia existente se relacionan con información adicional de salud pública, no con delitos. Mientras tanto, la alerta de vacaciones de primavera pide a los visitantes que tengan en cuenta varios factores: la lista incluye 10 puntos que van desde la actividad ilegal de drogas hasta la falsificación de medicamentos y el riesgo de ahogarse.
Fuente: El Financiero