México: los contrastes de la equidad de género

En 17 años hay un incremento de 5 puntos en la participación femenina en el mercado laboral, quizás en poco más de una década haya una equidad en la participación por género.

México es un país de grandes contrastes en materia de equidad de género. Por un lado, tiene una legislación que obliga a una paridad entre hombres y mujeres en el Congreso. De hecho, la autoridad judicial ordenó hace poco que la presidencia de la máxima autoridad electoral, el Instituto Nacional Electoral (INE), recayera en una mujer. Pero, al mismo tiempo, en el sector productivo, tiene una escasa presencia de mujeres en puestos ejecutivos y persiste el diferencial de salarios en perjuicio de las mujeres.

Pero, vamos por partes. Veamos primero algunos de los hechos luminosos.

A lo largo de los últimos años se han modificado las leyes para asegurar una mayor presencia de las mujeres en puestos de elección popular. Eso ha conducido a que tengamos una real equidad de género tanto en la Cámara de Diputados como en la Cámara de Senadores en la legislatura actual.

Pero no solo eso, en este momento, nuestro país tiene 9 gobernadoras, el mayor número de toda la historia. Y, sin importar el resultado electoral en el Estado de México, pronto serán 10. Aún es poco menos de la tercera parte de los estados la que es gobernada por mujeres, pero en los últimos años se presentó un salto en el número de gobernadoras.

En el gobierno federal, de 19 secretarías de la administración pública, siete están a cargo de mujeres. Es poco menos del 50 por ciento, pero también está entre los porcentajes más elevados de la historia del país.

Y, si hacemos el recorrido de algunas entidades públicas relevantes, vemos una presencia relevante de mujeres. Están al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; del INE; del Banco de México; del Inegi; del Instituto Nacional de Transparencia (INAI); de la Comisión Federal de Competencia, por citar solamente algunos de los organismos más visibles y relevantes.

Quizás por eso sorprende que cuando volteamos al sector privado y a las empresas inscritas en la Bolsa o a los bancos, no encontramos el mismo panorama. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que, por cierto, es dirigido por una mujer, solo el 10 por ciento de los integrantes de los consejos de administración de las empresas inscritas en la Bolsa en nuestro país, son mujeres.

Un estudio de la consultora McKinsey, además, reveló que en México solamente el 8 por ciento de un grupo de grandes empresas que fueron analizadas tienen como CEO a una mujer. Y aún si se consideran posiciones directivas como las vicepresidencias, el porcentaje de mujeres alcanza solamente el 19 por ciento.