Rusia ha asegurado este miércoles que tratará de recuperar los restos del dron MQ-9 Reaper estadounidense que el martes cayó sobre el mar Negro tras colisionar con un caza de Moscú en el espacio aéreo. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, ha advertido que, aunque lo consigan, su país ha tomado precauciones para asegurarse de que el Kremlin no pueda extraer grandes cantidades de inteligencia del mismo. Kirby ha pedido además las autoridades rusas que tengan más cuidado a la hora de volar en el espacio aéreo internacional cerca de activos estadounidenses. Por su parte, el Gobierno de Putin ha admitido que las relaciones con EE UU están en un “estado lamentable”.
Los ministros de Defensa de EE UU, Lloyd Austin, y de Rusia, Serguéi Shoigú, han hablado por teléfono este miércoles, aunque no ha trascendido el contenido de la conversación. Mientras, en el terreno del conflicto, el gobernador de Járkov, Oleg Sinegubov, ha denunciado un nuevo ataque ruso contra infraestructuras civiles de la ciudad, en el este de Ucrania.
Por el momento no se han registrado víctimas, detalla el gobernador en un mensaje en la red Telegram, pero los servicios de emergencia están trabajando para determinar el alcance de los daños.